domingo, 21 de marzo de 2010

... De las causas que provocaron la compra de los zapatos de treintañera

Aquella tarde ir a trabajar fue como todas: "café, autobús, autobús, café" un palíndromo perfecto que se repetía de igual manera de cuatro a cinco menos veinte todos los días. Aquella tarde, pues igual: intentar leer en el autobús y acabar mirando por la ventana el paisaje que sabes de memoria, café con cuñao y hablar con Rober por teléfono, ponerte el uniforme - no el de vaqueros y camiseta - y entrar a tu reino de por las tardes dispuesta a dejar brillantes todas las vitrinas.
Pero nada más entrar, ahí estaba, el sobre. Por fin mr. Luis se había dignado. Ya se le había arreglado el mes y seguía pendiente del presidente, que todavía le debía unas perrillas... Iba a amasar una fortuna honradamente.
Al llegar a casa tenía que hacerlo, juntar todas sus riquezas para conocer a cuánto ascendía el patrimonio... Sí, señor, tres sobres, y en todos había algo.
En el primero 60 euros, los destinados al bono de transporte... todavía recuerdo la cara que ponías mientras buscabas en otro sobre en el que había monedas, diciendo - A ver, son 60,60, voy a poner en este sobre el euro porque si no luego llega el día y te falta el pico y ¿qué haces?
Sólo pude sonreirte y me emocioné: siempre tan previsora aun en momentos de bonanza.
En el otro sobre, eso, las monedas y tres o cuatro billetes de diez euros. Este era el sobre de "gastos". La verdad que habiendo pagado el dentista y demás, no estaba mal.
Pero ahora la colonia de sobres había aumentado, un nuevo sobre, el de esa tarde, estaba todavía cerrado. Lo abriste y qué contenta estabas... Billetes de cincuenta, de veinte...
Ahora había que hacer una reorganización de los sobres... este último sería "ahorro".
No sé cuánto trasbasaste del sobre de "ahorro" al sobre de "gastos", pero tuvo que quedar una cantidad que tú considerases suficiente en ambos sobres, se te notaba satisfecha.

Para la nueva reorganización profesional del ente aneto: 50% filóloga 25% panadera y 25% economista, aunque cuente con los dedos...

1 comentario:

  1. ¡¡¡Ay, mi niña, qué cosita más bonica, madre!!!
    Tan apañaita que es ella siempre, con sus reservas, sus ahorros, sus pa luegos,.... ¡Cuántos quisiéramos! Si es que, cualquier día, voy y me la como. ¡¡¡GUAPA!!!
    ¡Aneti for presindet! Con ella, la crisis ya estaría más que superada. ¡Força Aneto!

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